Con la muerte de María Cristina Camilo (Maíta) se cerró el ciclo de toda una generación de la locución dominicana

Por: Vicente Méndez
La República Dominicana lloró la partida de María Cristina Camilo, la mujer que con su voz fina, elegante y poderosa marcó para siempre la historia de la radio y la televisión. Con su muerte no se fue solo una persona, se clausuró un capítulo entero de la comunicación nacional.
María Cristina fue la primera mujer que se atrevió a alzar su voz en la radio dominicana, rompiendo esquemas y demostrando que el talento no tenía género. Fue pionera, maestra y referente de una generación que convirtió la locución en un verdadero arte.

Su trayectoria fue la de una mujer que no se conformó con ser espectadora: se convirtió en protagonista. Con ella, la locución ganó prestigio, disciplina y elegancia. Durante décadas, su voz acompañó a los hogares dominicanos y se volvió parte de la identidad cultural del país.
Pero con su muerte, el país perdió más que a una comunicadora. Se apagó la última luz de la generación dorada de la locución dominicana, esa estirpe de voces que construyó la memoria colectiva de varias generaciones. Su partida dejó en evidencia el vacío que hoy reina en un panorama mediático marcado más por el ruido que por la calidad.
Ya no está María Cristina Camilo, y con ella se fue el símbolo vivo de un tiempo en el que la palabra tenía peso, respeto y valor. Su nombre quedó escrito con letras de oro, pero su ausencia confirma que esa época gloriosa terminó para siempre.
El país despidió a la eterna dama de la palabra, y con ella se cerró un ciclo irrepetible de la comunicación dominicana.